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La noche en la que Amy Winehouse ganó cinco premios Grammy.

today10 de abril de 2024 8

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La noche en la que Amy Winehouse ganó cinco premios Grammy.

Falleció a la temprana edad de 27 años, pero Amy Winehouse ya se había establecido como un ícono de la música del comienzo del siglo XXI. Con su segundo álbum, “Back to Black”, ganó cinco premios Grammy en 2008. La artista británica no pudo asistir a Los Ángeles para recibir estos galardones debido a la controversia surgida por un vídeo en el que aparecía consumiendo crack, aunque fue el centro de atención principal durante la gala.

Rock amy winehouse

El 23 de julio de 2011, Amy Winehouse falleció debido a una intoxicación etílica accidental. Con su muerte, se unió al trágico Club de los 27, que incluye a destacados músicos como Kurt Cobain, Janis Joplin y Jimi Hendrix, quienes también perdieron la vida a esa misma edad debido a la fama, sus personalidades atormentadas y el abuso de sustancias.

Tras estas prematuras muertes, surgió el mito, y en el caso de la cantante británica no fue diferente. Su impresionante legado musical, una voz potente que contrastaba con su frágil apariencia, una personalidad rebelde y una imagen distintiva —su característico delineado exagerado y el peinado de colmena se convirtieron en tendencia mundial— la consagraron como una de las principales estrellas de la música en los albores del siglo, todo ello con solo dos álbumes y ocho años de carrera.

 

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Winehouse dejó una huella imborrable tanto en el escenario como fuera de él. Sin embargo, hay un momento que se ha convertido en parte de la historia de la música: su emotiva reacción al anunciarse su premio como Mejor Grabación del Año en los Premios Grammy de 2008.

Este premio lo obtuvo por la canción “Rehab”, el sencillo de su segundo álbum “Back to Black”, lanzado en 2006. Pero no fue el único galardón que recibió esa noche, ya que estaba nominada en seis categorías y triunfó en cinco: además de Mejor Grabación del Año, fue galardonada con Canción del Año por la misma canción, Mejor Artista Pop Femenina, Mejor Artista Revelación y Mejor Álbum de Pop Vocal.

 

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Además de igualar el récord de Beyoncé o Norah Jones por el número de galardones obtenidos en una edición, Amy Winehouse se convirtió en la primera artista británica en ganar cinco premios Grammy.

Desde Londres, con gran emoción, la cantante del barrio londinense de Camden Town fue la gran protagonista de esa gala, pero también la gran ausente. Su intención siempre fue asistir, pero la embajada estadounidense en el Reino Unido le denegó el visado debido a la difusión semanas antes de un polémico vídeo en el que se la veía fumando crack, lo que llevó a que ingresara en un programa de rehabilitación.

Días después, tras la impugnación solicitada por los representantes de la artista, recibió la visa, pero ya no había tiempo para viajar, y todo estaba preparado para que actuara vía satélite desde los Studios Riverside en Londres.

Desde allí, presenció emocionada y agradecida la ceremonia, y cantó dos de sus temas más conocidos, “Rehab” y “You Know I’m No Good”.

Sin embargo, el momento más conmovedor llegó cuando el cantante Tony Bennett pronunció su nombre desde el escenario como la ganadora en la categoría de Mejor Grabación del Año. Se quedó con la mirada perdida, con los ojos abiertos como platos y sin palabras mientras su equipo estallaba de alegría. Finalmente, rompió a llorar mientras se abrazaba a ellos y luego le dedicaba un tierno abrazo a su madre.

“Mi sorpresa no fue por haber ganado el Grammy, sino porque Tony Bennett dijo mi nombre”, explicó más tarde a la cadena ABC News sobre su reacción en ese momento al escuchar al legendario cantante al que tanto admiraba.

Una década después, en el documental póstumo “Amy Winehouse – Back to Black”, se reveló parte del concierto que la británica ofreció aquella noche en los Studios Riverside, un evento privado al que solo asistieron su familia, amigos y equipo.

Esa gala marcó el inicio de una gran historia de amor entre Winehouse y su ídolo, Tony Bennett, quien se convirtió en su mentor. La admiración era mutua, y él dejó claro que su manera de cantar era especial: “Desde Elvis Presley, los Beatles y los Rolling Stones, ella fue la única capaz de cantar como yo lo llamo. Como debe ser”.

Juntos grabaron la última canción de la británica, “Body & Soul”, que formó parte del álbum “Duets II” del cantante estadounidense, y que fue lanzado en septiembre de 2011, tres meses después del fallecimiento de la cantante.

Esa canción le valió a Amy Winehouse su sexto Grammy, otorgado de manera póstuma, el cual fue recogido por Bennett y los padres de Amy, visiblemente emocionados.

Escrito por Veronica Gómez

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