Una película está abordando “la verdad” detrás de Milli Vanilli, revelando que también fueron engañados.

Una película está abordando “la verdad” detrás de Milli Vanilli, revelando que también fueron engañados.

La historia del dúo Milli Vanilli es una de las más intrigantes en la música: después de vender millones de copias y ganar un Grammy, se reveló que no eran ellos quienes cantaban en sus canciones, lo que los llevó al completo ostracismo, con un desenlace trágico para uno de sus integrantes. Ahora, una película intenta contar su versión de los acontecimientos.

“Se trataba de celebrar la música, de celebrar a Rob (Pilatos) y aquel tiempo juntos, y también de contar la historia para que se supiera lo que nosotros sentíamos, porque la gente aún piensa que fuimos los responsables de todo”, señala a EFE en Madrid el único miembro superviviente del dúo y coproductor de la película que se estrena este jueves, Fab Morvan.

Con el título de ‘Girl You Know It’s True’, igual que su exitoso sencillo que llegó a vender 7 millones de copias a finales de los años 90, este artista francés admite su parte de responsabilidad en el escándalo, pero aclara los hechos que contaron con el apoyo y complicidad de grandes nombres de la industria que se lucraron.

“Sí, cometimos un error, pero también fuimos engañados y caímos en una trampa al firmar un contrato sin abogado, sin representante, sin nadie que nos protegiera. Éramos dos jóvenes y se aprovecharon de nosotros para quitarnos la posibilidad de cantar en un disco”, precisa Morvan (París, 1966).

Fab Morvan explica que se vieron atrapados en un contrato con Frank Farian, el compositor y productor de las canciones de Milli Vanilli, quien propuso inicialmente que ellos solo fueran la imagen de un tema para el que iban a bailar. Sin embargo, el éxito llegó y la rueda no se detuvo.

El estilo de vida glamoroso y la repentina fama sedujeron a Morvan y a su compañero, Rob Pilatus. Morvan comenta que, debido a sus orígenes y experiencias personales, la atención y el amor repentino de los fans se volvieron adictivos para ellos.

A pesar de que Milli Vanilli fue bien recibido por el público blanco, Morvan y Pilatus se sentían constantemente mortificados por no ser quienes ponían la voz a sus propias canciones. Su sueño era ser cantantes y autores, por lo que sentían culpa por su situación.

Después del éxito en Alemania, la banda se expandió a EE.UU. y al resto del mundo. Sin embargo, durante un concierto, la cinta que reproducía la música se estropeó, lo que desató los rumores sobre su verdadero talento. Farian intervino declarando que ellos no eran los que cantaban, lo que marcó el inicio de su caída y ostracismo en la industria musical.

Morvan se reinventó como profesor de francés y recuperó su faceta como bailarín. Finalmente, se embarcó en su propia carrera musical. A pesar de los errores cometidos en el pasado, Morvan ha llegado a un punto de aceptación y perdón hacia sí mismo y hacia Frank Farian. Reconoce el talento musical de Farian pero también señala que lastimó a algunas personas en su búsqueda por cumplir su sueño.

 

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