Emilia y Lola Indigo desafían el sistema: la estrategia de las estrellas del pop para salvaguardar su música.

Emilia y Lola Indigo desafían el sistema: la estrategia de las estrellas del pop para salvaguardar su música.

Las intérpretes no desean (y con razón) que sus álbumes sean considerados como ‘comida rápida’.

¿Cómo lograr que tu música perdure en el tiempo? Esta es la interrogante que muchos artistas están comenzando a plantearse. Se trata de la principal preocupación ante el voraz consumo que se realiza de sus álbumes y canciones. Las plataformas de streaming han instaurado una dinámica centrada en el ‘fast food’, también conocido como ‘always on artist’. Básicamente, se premia y prioriza que los cantantes pongan a disposición del consumidor del otro lado el mayor número de canciones posible, un consumidor que devora sin digerir y se mueve rápidamente hacia otra parte para satisfacer su deseo de más y más.

Esto representa un problema evidente. Establece, como se mencionó anteriormente, una dinámica perjudicial que hace que la música sea tratada como una mercancía en lugar de apreciarla por lo que es. Puede que con una canción no haya mayores consecuencias, pero con un álbum es un verdadero inconveniente. Este enfoque elimina el impacto y la emoción que siempre ha acompañado a un lanzamiento de larga duración. La forma en que se llevan a cabo las cosas en la era del streaming distorsiona los plazos y lleva a que los artistas acepten la idea de que si no lanzan música con frecuencia, serán olvidados y relegados en la industria a favor de aquellos que sí siguen las reglas y ofrecen un catálogo extenso cada viernes.

Afortunadamente, aún existen artistas, especialmente las divas a nivel internacional, que no se dejan intimidar por el sistema impuesto por otros y mantienen su integridad al regirse por sus propias normas. Ariana Grande, por ejemplo, ante la demanda constante de sus seguidores de más y más canciones antes del lanzamiento de su álbum, compartió en sus redes sociales que había decidido no lanzar otro sencillo. Aunque admitió que se sintió tentada a hacerlo, quería que su audiencia esperara pacientemente y experimentara el álbum, “Eternal Sunshine”, en su totalidad cuando llegara el momento oportuno.

Dua Lipa, Olivia Rodrigo, Miley Cyrus y Lady Gaga son otras divas del pop que continúan manejando sus propios tiempos. Parece que, gradualmente, este enfoque está dejando su huella en el mercado español y latinoamericano. Las estrellas del pop, tanto de aquí como de allá, han decidido que ya es suficiente con que su música sea tratada como comida rápida. Por esta razón, han desarrollado un método que les permite dar una segunda vida a esos proyectos a los que han dedicado tantas horas, meses e incluso años.

Un enfoque para educar al público sobre la importancia de un consumo moderado, con el objetivo de respetar la música de los artistas y garantizar que, con el tiempo, perdure en la memoria colectiva.

La estrategia para que la música perdure en el tiempo es una preocupación creciente entre los artistas. Se enfrentan a la voracidad del consumo de sus álbumes y canciones, impulsada por la dinámica de las plataformas de streaming conocida como ‘always on artist’ o ‘artista siempre activo’. Esta práctica recompensa y prioriza que los cantantes pongan a disposición del consumidor el mayor número posible de canciones, llevando a un consumo apresurado y superficial.

Esta problemática establece una dinámica perjudicial que trata la música como una mercancía más que como una forma de expresión artística. Este enfoque afecta especialmente a los álbumes, que pueden pasar desapercibidos y perder el impacto que solían tener en los lanzamientos a largo plazo. La presión en la era del streaming lleva a los artistas a internalizar la idea de que si no están constantemente lanzando música, serán olvidados en favor de aquellos que sí siguen las reglas y ofrecen nuevo material cada semana.

Afortunadamente, algunas figuras, especialmente las divas a nivel internacional, resisten este sistema impuesto y mantienen el control sobre sus propios tiempos. Ariana Grande, por ejemplo, resistió la presión de lanzar más sencillos antes de su álbum, animando a sus fans a esperar y experimentar el disco completo cuando llegara el momento adecuado.

Dua Lipa, Olivia Rodrigo, Miley Cyrus y Lady Gaga son ejemplos adicionales de divas del pop que continúan manejando sus propios tiempos, desafiando la dinámica de ‘fast food’ de la música. Este discurso parece estar calando gradualmente en el mercado español y latinoamericano. Las estrellas pop de estas regiones han decidido no conformarse con que su música sea tratada como un producto rápido y han ideado métodos para dar una segunda vida a sus proyectos, a los que han dedicado tanto tiempo y esfuerzo.

Un enfoque interesante y ejemplar ha sido adoptado por Lola Indigo y Emilia, quienes bloquean una canción de sus discos, creando expectación y controlando el tiempo de exposición de su música. Esta estrategia, aplicada a GRX de Lola Indigo y .mp3 de Emilia, demuestra la resistencia de las artistas a que sus obras sean consumidas rápidamente, buscando que perduren en el imaginario colectivo a lo largo del tiempo.

Aunque este método no constituye la solución definitiva, representa una excelente manera de dar continuidad a esos álbumes que son tan cruciales para las discografías de las artistas y tienen un significado profundo para ellas. Proporciona una oportunidad para que el consumidor regrese y redescubra esas piezas a las que, quizás, no les prestó suficiente atención debido a la constante búsqueda de tener todo de inmediato. Aunque queda mucho por hacer, es esperanzador que este enfoque, implementado por Lola Indigo y Emilia, se vuelva una tendencia que eduque al público sobre la importancia de un consumo moderado. Esto contribuiría a respetar la música de los artistas y a lograr que, con el tiempo, permanezca en el imaginario colectivo.

 

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