Chappell Roan se ha posicionado recientemente como una de las artistas emergentes más destacadas en la industria musical, gracias a la calidad de sus temas, logrando que su canción Good Luck, Babe! sea considerada una de las mejores del año por la revista Billboard, y presentando una estética verdaderamente innovadora.
Este creciente éxito ha llevado a un aumento exponencial en el número de seguidores, generando tanto resultados positivos, como una gran expectación por cada nuevo lanzamiento, como negativos. Esto ha llevado a la artista a expresarse en redes sociales sobre la situación.
“Necesito que respondáis a unas preguntas”, ha planteado la estadounidense a sus seguidores. “Si ves a una mujer desconocida en la calle, ¿le gritarías desde la ventanilla del coche o la acosarías en público?”, ha cuestionado la creadora de Pink Pony Club. “¿Acosarías a su familia y los seguirías?”.
Chappell Roan también ha abordado situaciones en las que los fans solicitan selfies en momentos inapropiados y su reacción ante negativas. La cantante ha tenido que enfrentar varias situaciones incómodas en los últimos meses.
“Soy una persona común y tú también eres una persona común”, ha reflexionado, cuestionando si, a partir de lo que se publica sobre ella, sus seguidores toman todo como una verdad absoluta.
En un segundo video, la artista ha sido particularmente firme en expresar su opinión. “No me importa que este abuso y acoso sea algo habitual para personas famosas o un poco famosas. No me importa que sea considerado normal. No me importa que este comportamiento errático esté asociado con el trabajo y la carrera que he elegido. Eso no lo hace correcto, ni normal”.
Chappell Roan concluyó su alegato con palabras contundentes dirigidas a quienes creen tener derecho a imponer situaciones a los artistas. “No me importa lo que penséis que estáis legitimados a hacer cuando veis a una celebridad. No me importa si pensáis que es egoísta rechazar una foto, vuestro tiempo o un abrazo. No es normal, es raro”, explicó. “Tengo todo el derecho a rechazar comportamientos repugnantes”.
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