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“Voy a revelar algo impactante”: Ariana Grande comunicó cambios significativos en su trayectoria profesional.
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Tras dos décadas siendo uno de los musicales más aclamados y longevos en el teatro, este noviembre, Wicked finalmente llega a la pantalla grande como un evento cinematográfico que marcará a toda una generación (Universal Pictures).
En medio de los focos y una etapa de transformación, Ariana Grande atraviesa un punto crucial en su carrera. A sus 31 años y en la cima del pop, la cantante y actriz ha sorprendido a sus fans con un anuncio inesperado: planea reducir considerablemente su actividad en la música para enfocarse en el teatro, su verdadera pasión. Este nuevo capítulo para Grande, impulsado por su papel en la adaptación cinematográfica de Wicked, le ha permitido reconectar con sus raíces artísticas y reconsiderar sus prioridades profesionales.
En el podcast Las Culturistas, presentado por Bowen Yang y Matt Rogers, la cantante sorprendió a la industria del entretenimiento con una declaración inesperada: “Voy a decir algo muy impactante, que seguramente asustará a mis seguidores y a muchas personas, pero los quiero, y sé que lo comprenderán”, afirmó. Ariana se mostró decidida respecto a su deseo de no mantener el mismo ritmo en la música pop: “Siempre haré música, siempre subiré al escenario, siempre crearé temas pop, lo prometo. Pero no creo que seguir al ritmo que he llevado durante los últimos 10 años sea lo que quiero para los próximos 10 años”, explicó en el episodio.
Grande comenzó su trayectoria artística a los 15 años en el musical de Broadway 13, y aunque se consagró como una de las voces más emblemáticas del pop, parece que el teatro es donde realmente encuentra plenitud. En la misma conversación, admitió: “Es mi corazón”, refiriéndose al teatro musical. Este regreso a sus orígenes le ha permitido reconectar con la comedia y la actuación a un nivel más profundo, describiéndolo como una experiencia que le brinda sanación. “Volver a conectar con esta parte de mí, que inició en el teatro musical y ama la comedia… me cura hacerlo”, añadió la cantante, revelando así la relevancia emocional de esta nueva etapa en su carrera.
Tras años en la industria musical, lanzando seis álbumes en siete años, Ariana Grande reflexiona sobre el ritmo vertiginoso que ha llevado en su carrera en el pop y su anhelo de adoptar un enfoque más calmado. Gracias a la perspectiva obtenida con su participación en Wicked, la cantante compartió su deseo de buscar estabilidad a largo plazo y su entusiasmo por adentrarse en papeles más cómicos y ligados al teatro.
A pesar de su estatus como superestrella, Ariana Grande se encontró con una situación inesperada: la necesidad de audicionar para el codiciado papel de Glinda en Wicked, un rol previamente interpretado por la reconocida Kristin Chenoweth en Broadway. En una entrevista para el New York Times, Grande reveló que algunos de sus colaboradores le aconsejaron no hacerlo, sugiriendo que su carrera ya estaba consolidada.
No obstante, Ariana insistió en presentarse a la audición, convencida de que el papel debía ganarse: “Algunos miembros de mi equipo en ese momento me decían: ‘Ni siquiera deberías audicionar’, y yo respondía: ‘No lo entiendes, claro que tengo que hacerlo. Este es un papel que se debe merecer’”. Con esta determinación, aseguró haberse entregado por completo al proyecto: “Tengo mucho que demostrar y me he lanzado a esto con toda la energía posible”.
El esfuerzo tras el papel de Glinda en Wicked
A pesar de su estatus como superestrella, Ariana Grande se enfrentó a una sorpresa inesperada: la necesidad de audicionar para el deseado rol de Glinda en Wicked, un personaje previamente interpretado por la aclamada Kristin Chenoweth en Broadway. En una entrevista con el New York Times, Grande reveló que algunos de sus colaboradores le sugirieron no audicionar, argumentando que su carrera ya estaba consolidada.
Sin embargo, Ariana decidió seguir adelante, convencida de que el papel debía ser ganado: “Algunos miembros de mi equipo me decían: ‘No deberías hacer una audición’, y yo les respondía: ‘No lo entienden, claro que tengo que hacerlo. Este es un rol que hay que merecer’”. Con esta firmeza, se comprometió completamente con el proyecto: “Tengo mucho que demostrar y me he entregado a esto con todas mis energías”.
El arte de redescubrirse.
La experiencia de audicionar y prepararse para el papel de Glinda en Wicked ha sido un catalizador para Ariana Grande, impulsándola a redirigir su carrera hacia una integración más profunda entre la música y la actuación, buscando una expresión artística más completa.
Ariana está ahora en un proceso de redescubrimiento, regresando al ámbito que la vio nacer como artista. Su decisión de reducir su presencia en la música y su renovada pasión por el teatro musical reflejan una declaración personal: la de una artista que busca autenticidad y propósito. En cada nota y cada escena, Ariana se reconecta con la esencia de su arte, recordando que, a veces, la mejor manera de avanzar es regresar a donde todo comenzó.
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