“El refugio íntimo de Zahara se encuentra en las Noches del Botánico de Madrid.”

“El refugio íntimo de Zahara se encuentra en las Noches del Botánico de Madrid.”

Zahara aterriza en el Festival Noches del Botánico de Madrid con una misión definida: ofrecer a su audiencia un entorno seguro, donde la sensibilidad, la sinceridad y la pasión por la música se reflejen en cada interpretación.

Zahara convierte las Noches del Botánico en un refugio de ternura, honestidad y electrónica

Sin intención de pontificar, no resulta exagerado considerar a Zahara como una de las artistas más valientes y rompedoras del panorama musical español en directo. Este domingo 15 de junio, la cantautora jienense, de 41 años, se presenta en el escenario del Festival Noches del Botánico de Madrid con su única actuación en la capital dentro de la gira de Lento Ternura, su más reciente trabajo discográfico.

Tras abordar la violencia de forma cruda y catártica en su celebrado álbum PUTA (2021), y transformar sus conciertos en auténticas raves sensoriales, Zahara regresa con una propuesta más amable en lo visual —incluso los cables del equipo técnico son de color rosa—, pero sin renunciar a su característico universo sonoro, donde dominan la electrónica, las bases de mezclas, los sintetizadores y la percusión.

La artista abre su espectáculo con una poderosa declaración proyectada en pantalla: “Nada dura demasiado. Ni el que grita a tu lado, ni la cerveza, ni las pastillas, ni el verano, ni cuando te sientes sola, ni tu ídolo, ni el pánico o las lágrimas, ni el cemento que quema, ni la noche. Qué más dará este concierto, si lo que de verdad importa es la ternura”. Con estas palabras, Zahara minimiza lo superficial y propone un espectáculo donde la emoción, la crudeza y la empatía conviven en armonía.

Un directo que abraza la vulnerabilidad

El concierto arranca con Formentera, primer tema de su nuevo disco, en el que Zahara aparece en escena con un tutú azul, irradiando dramatismo y entrega: “¿Ves? Aún sigo hablando en plural / Como si no hubiera aprendido nada de la soledad”, canta mientras el público corea con ella. Le sigue Yo solo quería escribir una canción de amor, acompañada de impactantes visuales como la Puerta de Alcalá envuelta en llamas, mientras canta: “Que se hunda Madrid, que arda en el infierno / Que yo me quedo aquí contigo / En este fin del mundo, contigo”.

La rabia toma el control con MERICHANE, acompañada por sus dos bailarinas en una puesta en escena intensa y teñida de rojo. A continuación, interpreta TAYLOR, otro tema cargado de rencor emocional, tras el cual Zahara se dirige al público para describir el Festival Noches del Botánico como un espacio seguro, tanto para ella como para quienes la acompañan en esta experiencia sonora y emocional.

Zahara y caracazador protagonizan un momento íntimo en las Noches del Botánico

Aún dentro del policlín y acompañada de su guitarra eléctrica, Zahara invitó sobre el escenario a caracazador, su telonero en Madrid, a quien conoció hace tres años y cuyo segundo álbum, REPÚBLICA, ayudó a lanzar a través de Gozz Records, su propio sello discográfico. Juntos ofrecieron una emotiva versión acústica de El lugar donde viene a morir el amor.

“Este concierto iba a ser diferente y os ibais a comer su buen dramita. Me muero de ilusión de tocar esta canción, que nunca había interpretado en vivo”, confesó Zahara antes de arrancar en el teclado las primeras notas de Quién dijo, ya desde fuera del policlín. La emotividad se mantuvo con temas como Soy de un pueblo pequeño, dedicada a su abuela, y La violencia, que arranca con sensibilidad para acabar en una explosión electrónica.

Rave y reivindicación en el cierre del concierto

Sin el tutú, Zahara apareció en la última parte con un pantalón corto y un top blanco con el lema “Michis Army”. Tras un breve interludio ravero con luces verdes, sonó ¿Era esto la vida? acompañada de vídeos que narran su trayectoria vital: desde su infancia, pasando por su embarazo, conciertos, sesiones de estudio y momentos de ocio.

El broche final lo puso Tus michis, con un original estribillo que combina maullidos electrónicos. En esta canción, Zahara sorprendió al público mostrando un pecho mientras caminaba en una cinta de correr y cantaba a la amistad: “Y oigo los gatos y me acuerdo de ti / Cuando veo tus fotos, claro, también me acuerdo de ti / Cuando enseño las tetas, me acuerdo de ti”. Un cierre lleno de irreverencia, ternura y cercanía que redondeó una noche única en Madrid.

Para cerrar su actuación, Zahara pidió a todos los asistentes en las gradas que se pusieran de pie para vivir con más intensidad el final del concierto, y el público respondió con entusiasmo. Así, la artista inició la parte más vibrante de la noche subiendo a una plataforma elevada mientras interpretaba Demasiadas canciones. Continuó con un solo de baile acompañado por Hoy la bestia cena en casa y sorprendió con un interludio ravero y apocalíptico de más de cinco minutos con berlin U5, consolidando un cierre épico en las Noches del Botánico de Madrid.

Mientras aguardamos el fin del mundo, Zahara continúa bailando al compás de Ride, de Lana del Rey, tras despedirse emocionada del público junto a todo su equipo. Porque bailar, cuando se hace en compañía de amigos, es un espacio mucho más seguro.

@madridmejores Ayer disfrutamos de las Noches del Botánico de la mano de Urbaser #madrid #urbaser #nochesdelbotanico #musica #mariajosellergo #concierto #fyp #viral #tiktok ♬ sonido original – Madrid Mejores