Val Kilmer y su legendario Jim Morrison: la metamorfosis que marcó un hito en el cine.

Val Kilmer y su legendario Jim Morrison: la metamorfosis que marcó un hito en el cine.

Val Kilmer se adentró tan profundamente en el rol de Jim Morrison que, al finalizar la filmación, necesitó terapia. Su compromiso con el biopic de The Doors hace que su interpretación sea una de las más icónicas de su trayectoria.

El actor, reconocido por su versatilidad y compromiso con cada personaje, falleció a los 65 años, dejando un legado lleno de interpretaciones inolvidables. Entre ellas, una de las más emblemáticas fue su papel como Jim Morrison en The Doors (1991), el biopic dirigido por Oliver Stone que llevó la historia de la legendaria banda de rock a la gran pantalla. La película se estrenó en 1991, dos décadas después del fallecimiento del músico a los 27 años debido a una insuficiencia cardíaca.

La metamorfosis en el Rey Lagarto.

Cuando Oliver Stone decidió llevar la vida de The Doors al cine, tenía claro que el actor que interpretara a Morrison debía encarnar su espíritu rebelde y enigmático. Val Kilmer resultó ser la elección ideal, pero su transformación en el icónico vocalista fue mucho más que un cambio físico.

Kilmer dedicó meses a estudiar cada detalle de Morrison: sus movimientos, gestos y matices vocales. Se sumergió en su universo, leyó sus escritos, analizó sus entrevistas y escuchó su música sin cesar. Sin embargo, lo que realmente dejó atónitos a los espectadores fue su entrega a la faceta musical. No solo replicó la voz del cantante, sino que llegó a interpretar las 15 canciones que aparecen en el filme.

Su actuación fue tan fiel que incluso los miembros restantes de la banda, como Ray Manzarek y Robby Krieger, tuvieron dificultades para diferenciar su voz de la del propio Morrison en algunas grabaciones. En total, dedicó seis meses a aprender más de 50 canciones, consolidando así una de las interpretaciones más impresionantes de su carrera.

 

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Un retrato sin filtros, con terapia incluida.

The Doors no es una visión idealizada de la banda ni de su carismático vocalista. La película refleja tanto su ascenso vertiginoso como los excesos que lo condujeron a la autodestrucción. Kilmer logra capturar con maestría la intensidad de Morrison sobre el escenario, pero también su faceta más sombría: la lucha contra sus propios demonios, el abuso de sustancias y su conflictiva relación con Pamela Courson.

Su interpretación fue ampliamente aclamada tanto por la crítica como por el público. Aunque la película generó cierta polémica por la manera en que retrataba a Morrison—con algunos allegados del cantante señalando que se daba demasiado énfasis a sus excesos—nadie pudo negar que Kilmer había conseguido una de las actuaciones más inmersivas de su trayectoria.

Tal fue su entrega al personaje que, una vez finalizado el rodaje, necesitó recurrir a terapia para desvincularse de Morrison, cuya personalidad parecía haberse instalado en su mente.

A lo largo de su carrera, Val Kilmer demostró una notable versatilidad, destacándose en una amplia variedad de géneros y roles, desde su icónico papel en Top Gun hasta su inolvidable Doc Holliday en Tombstone. Sin embargo, su trabajo en The Doors sigue siendo una de sus actuaciones más emblemáticas, no solo por su fidelidad al personaje, sino por la autenticidad con la que encarna a Jim Morrison.