Y ahí comenzó su primer gran logro: convertirse en el mago más joven de su grupo. Gracias a su dedicación y ansia por aprender, solo dos años después, el ilusionista obtuvo un premio nacional.
Diversos reconocimientos le permitieron a Jorge Blass ganar visibilidad en el ámbito internacional, y en 1996, el legendario David Copperfield se reunió con él para intercambiar ideas. A partir de ese momento, Blass empezó a participar en certámenes de ilusionismo a nivel global.
Su faceta como profesor de magia Debido a su éxito, Jorge Blass comenzó a enseñar en la Escuela de Magia de Tamariz en 1998, y solo un año después, junto al propio Tamariz, presentó un espectáculo de magia en Nueva York. Pocos años más tarde, recibió el prestigioso premio Varita Mágica de Oro de manos del príncipe Rainiero III de Mónaco.
Actuaciones en Las Vegas, en Alemania y en teatros nacionales durante varios años lo consolidaron como uno de los grandes ilusionistas de su época. Sus espectáculos siempre han atraído a un gran público.
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