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La obesidad puede heredarse de padres a hijos: ¿qué pesa más, los genes maternos o paternos?

today9 de agosto de 2025 1

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La obesidad puede heredarse de padres a hijos: ¿qué pesa más, los genes maternos o paternos?

Un reciente estudio sugiere que los genes de las madres podrían influir indirectamente en la salud de sus hijos, incluso cuando no se transmiten directamente. Por otro lado, investigaciones previas han demostrado que los progenitores con sobrepeso u obesidad al momento de la concepción tienen una mayor probabilidad de tener descendencia con obesidad.

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Los hijos de padres con obesidad tienen más posibilidades de presentar esta condición, pero los genes maternos parecen jugar un papel especialmente relevante en la determinación del peso corporal, según un nuevo análisis. Se considera que la obesidad es causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Los genes heredados influyen en aspectos como el apetito, la sensación de saciedad, el metabolismo, las ansias por comer y la distribución de la grasa corporal, entre otros.

El estudio, publicado en la revista PLOS Genetics, revela que, aunque los niños reciben la mitad de su ADN de cada progenitor, la genética materna es la que tiene mayor impacto en el índice de masa corporal (IMC).

«La genética de las madres parece tener un papel fundamental en la influencia sobre el peso de sus hijos, más allá de la genética heredada por estos», señala Liam Wright, investigador principal del University College de Londres.

El equipo de Wright examinó datos genéticos y de salud de más de 2.600 familias británicas con hijos nacidos entre 2001 y 2002, siguiendo su evolución desde el nacimiento hasta los 17 años. Contar con la información genética tanto de los niños como de los padres fue clave para identificar no solo los genes heredados sino también aquellos no transmitidos que pueden afectar la salud infantil.

Estos efectos indirectos, denominados «crianza genética», son cruciales porque ayudan a explicar cómo influyen desde el ambiente uterino hasta las prácticas de crianza en el crecimiento de los niños.

Aunque el IMC de ambos padres afecta el peso de los hijos, la influencia paterna está casi exclusivamente vinculada a los genes heredados, mientras que la genética materna impacta más allá de la herencia directa.

Los investigadores sugieren que esto podría deberse a que los genes maternos afectan el peso, los hábitos alimenticios y el estilo de vida durante el embarazo, lo cual a su vez influye en el desarrollo y la salud del niño.

«Además de los genes que las madres transmiten directamente, nuestros resultados indican que la genética materna juega un rol clave en la configuración del entorno donde crece el niño, influyendo indirectamente en su IMC», añade Wright.

El investigador aclara que la intención no es culpar a las madres, sino apoyar a las familias para lograr mejoras significativas en la salud infantil a largo plazo. Estudios previos confirman que padres con sobrepeso u obesidad al momento de la concepción tienen mayor probabilidad de tener hijos obesos.

Por eso, ayudar a los padres con obesidad a bajar de peso podría tener beneficios duraderos para la salud de sus descendientes.

«Intervenir para reducir el IMC materno, especialmente durante el embarazo, podría disminuir los efectos intergeneracionales de la obesidad», concluye Wright.

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Escrito por Veronica Gómez

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