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El dirigente del Partido Popular al frente del Gobierno valenciano ha trasladado la responsabilidad al Ejecutivo central, a pesar de haber liderado el operativo en todo momento. “No disponíamos de datos suficientes”, ha señalado.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se ha presentado este viernes en el parlamento autonómico para informar sobre su actuación ante la DANA del 29 de octubre, que anegó gran parte de la provincia de Valencia y provocó al menos 215 víctimas mortales en la región. En los primeros minutos de su discurso, el líder del Partido Popular en el Gobierno valenciano afirmó que no iba a “negar fallos”, adelantando su intención de hacer “autocrítica” y “no esquivar responsabilidades”. Sin embargo, en la práctica, no asumió ningún error significativo propio.
“Falló todo el sistema”, ha resumido Mazón para desviar responsabilidades y justificar su criticada actuación al frente del operativo, tanto antes como después del impacto de la DANA. Según él, se trató de una serie de errores previos, señalando al Gobierno central como el principal responsable. “No tuvimos información suficiente ni a tiempo” sobre la “devastadora riada” del 29 de octubre, ha afirmado, apuntando directamente a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), organismos dependientes del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
“Se hizo lo mejor que se pudo dadas las circunstancias, con los datos disponibles y los recursos existentes, aunque claramente no fueron suficientes”. El presidente del PP valenciano ha sostenido que es “legítimo cuestionarse” si los sistemas de monitoreo “se vieron desbordados” o si “todas las partes implicadas contaban con la información necesaria en tiempo y forma para activar unos protocolos que habían funcionado en anteriores ocasiones”.
Mazón, quien tenía responsabilidades directas en la gestión y contaba con todos los recursos estatales disponibles tras limitar la alerta al nivel 2, ha señalado que “es legítimo preguntarse si la respuesta a las peticiones de ayuda y la coordinación entre instituciones fue adecuada en tiempo y forma, considerando la gravedad del escenario”. A pesar de ello, ha insistido en que el sistema, en su conjunto, no actuó como se esperaba.
En su relato cronológico, el presidente de la Generalitat ha omitido varias horas clave del 29 de octubre. Mazón evitó proporcionar detalles específicos sobre el periodo más crítico de esa jornada trágica, que abarca desde las 13:00 hasta las 19:00, justo cuando se unió a la reunión del Centro de Coordinación de Emergencias Integrado (Cecopi).
Durante su comparecencia, Mazón evitó mencionar la polémica comida de más de tres horas con la periodista Maribel Vilaplana, a quien presuntamente ofreció la dirección de À Punt, la radiotelevisión valenciana. Justificó su retraso en llegar a la reunión del Centro de Coordinación de Emergencias (CECOPI), que había comenzado dos horas antes, argumentando problemas de tráfico. “Cuando fui informado de que la situación se complicaba, me dirigí al CECOPI, y aunque el trayecto no fue sencillo debido a la situación, no necesité actualización alguna ni demoré un solo segundo las labores”, afirmó.
El presidente de la Generalitat explicó que mantuvo su agenda “consciente en todo momento de lo que ocurría”, ya que “la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, ya estaba en el centro de mando y en contacto con la delegación del Gobierno”. No fue hasta que se le notificó el riesgo en la presa de Forata cuando decidió acudir al centro de coordinación. Precisamente, el peligro “inminente” de ruptura de esta presa fue el motivo para activar el sistema Es-Alert, enviando mensajes masivos de advertencia a los móviles de los ciudadanos de Valencia.
En cuanto a las alertas previas, Mazón criticó que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) enviara “un simple correo electrónico” para notificar una crecida “extrema” de la rambla del Poyo durante la tarde del 29 de octubre. Contrastó esta información con la referente al río Magro, dos eventos hidrológicos independientes: mientras la primera fue “inexacta y tardía”, la segunda fue “precisa y oportuna”.
“A las 18:43 horas, la CHJ informó por correo electrónico al Centro de Coordinación de Emergencias de que el caudal en el barranco del Poyo era de 1.686 metros cúbicos por segundo, sin advertir sobre el riesgo de desbordamiento. Además, a las 18:00 horas, el caudal que figuraba en su web —y que luego desapareció— era de 1.725 metros cúbicos por segundo”, relató Mazón.
“Señorías, 1.686 metros cúbicos por segundo representan 54 veces el caudal máximo del trasvase Tajo-Segura, cuatro veces el caudal del Ebro; son 1,7 millones de litros por segundo, y se comunicó mediante un simple correo electrónico, uno más entre los 83 que recibió Emergencias esa tarde”, criticó, lamentando también que la CHJ, presente en el CECOPI, no aportara ninguna alerta adicional según su versión. No obstante, cabe señalar que la CHJ emitió hasta 194 avisos a la Generalitat el 29 de octubre, de los cuales unos 60 coincidieron con la polémica comida del presidente en un reservado.
Sin ceses: crea una nueva vicepresidencia y una conselleria de Emergencias
El único “error” que Mazón reconoció fue haber borrado un mensaje en redes sociales donde indicaba que la DANA “se desplazaría hacia la serranía de Cuenca”, basándose en la información proporcionada por la AEMET. Explicó que eliminó el mensaje para evitar confusiones, ya que la información se había vuelto obsoleta.
Más allá de resaltar la excepcionalidad del desastre, que “excedió todas las previsiones”, y atribuir la gestión a fallos sistémicos, Mazón se limitó a ofrecer “disculpas”. Anunció además una reorganización del Consell con la creación de una nueva “vicepresidencia para la recuperación económica y social” y una conselleria de Emergencias e Interior para gestionar la reconstrucción tras la DANA.
Sin embargo, no reveló quiénes ocuparán estos nuevos cargos ni cuándo se llevará a cabo la remodelación de su gabinete, omitiendo menciones a la consellera de Emergencias, Salomé Pradas, quien admitió desconocer el sistema ES-Alert, y a la consellera de Industria, Nuria Montes, quien criticó la actuación de los familiares de las víctimas en la morgue.
El PSOE exige la destitución de Mazón.
Al finalizar la comparecencia, de casi dos horas y media, la líder de la oposición y ministra Diana Morant pidió la destitución inmediata de Mazón desde la sede del PSOE valenciano. Instó al PP a reemplazarlo por un presidente “con capacidad de gestión” y propuso un Consell de perfil técnico, ofreciendo los votos de los 31 diputados socialistas para este propósito. También hizo un llamamiento a convocar elecciones en 2025. “Los valencianos se quedaron sin presidente, alguien que no priorizó la seguridad, que no alertó del peligro y que, cuando ya era tarde, se ocultó tras la mentira. Un presidente que no estuvo a la altura”, criticó.
Por su parte, el portavoz de Compromís en les Corts, Joan Baldoví, calificó de “absolutamente decepcionante” la intervención de Mazón, cuyo discurso “evitó justamente las horas más cruciales, las horas en que estuvo desaparecido y cuando podría haberse enviado una alerta que hubiera salvado muchas vidas”.
“¿Dónde estuvo esa tarde? ¿Qué hizo? ¿Por qué se envió la alerta a las 20:11, cuando muchos valencianos ya estaban con el agua al cuello?”, cuestionó Baldoví, reafirmando su petición de dimisión del presidente.
Escrito por Veronica Gómez
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