Ariana Grande afirma que las discográficas deberían proporcionar una terapia “imperdible” para las jóvenes estrellas.

Ariana Grande afirma que las discográficas deberían proporcionar una terapia “imperdible” para las jóvenes estrellas.

La cantante ha señalado que las grandes compañías de entretenimiento “deberían asumir la responsabilidad de proteger” a los jóvenes talentos que, al igual que ocurrió con ella cuando formó parte de una de las series más exitosas de Nickelodeon, alcanzan fama mundial en un breve lapso.

Ariana Grande sabe de primera mano lo que implica ser una estrella internacional desde una edad temprana. La joven cantante alcanzó la fama cuando aún era una adolescente gracias a su interpretación de Cat Valentine en las series Victorious y Sam & Cat, y desde entonces ha sido una de las figuras más jóvenes de la industria del entretenimiento.

Por eso, cada vez que la autora de We Can’t Be Friends comparte su perspectiva sobre cómo manejar la fama siendo una estrella infantil, es esencial escucharla. En una entrevista en el podcast WTF With Marc Maron, la cantante expresó que la terapia debería ser una parte “innegociable” de los contratos con las discográficas para los artistas jóvenes.

“Tenía 19 años cuando todas esas tonterías empezaron a ocurrir”, recordó, refiriéndose a los comentarios sobre su vida privada. “Comenzó cuando era muy joven, con mi cuerpo o con los rumores sobre mis relaciones, sobre mi equipo o sobre mi madre o las personas que amo. Simplemente no había límites”.

“Es crucial que estas discográficas, estudios, plataformas de televisión y grandes productoras incluyan (la terapia) en el contrato cuando firmas para hacer algo que cambiará tu vida de esa manera, a esa escala”, agregó, subrayando la necesidad de contar con una figura de apoyo durante una etapa tan compleja como la que ella atravesó. “Necesitas a un terapeuta que te vea varias veces a la semana”.

La estrella de Wicked, la película musical que ha ganado gran popularidad en la carrera hacia los próximos Premios Oscar, también comentó que las grandes empresas de entretenimiento “deberían ser responsables de proteger” a los jóvenes creadores de la crisis mental que casi siempre se desencadena cuando alcanzan fama mundial en un corto período de tiempo.

“Ser artista te convierte en una persona vulnerable, con el corazón en la mano”, explicó. “Así que la misma persona destinada a hacer arte es exactamente la misma persona que no debería lidiar con toda esa basura”.

 

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