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Rauw Alejandro ha suspendido su gira por Latinoamérica debido a “dificultades en la organización de los espectáculos”. Veronica Gómez
La cantante y actriz Angy Fernández ha lanzado Bonito desastre, su libro debut. Una obra en la que relata su vida, tocando temas personales como su relación con su madre, la salud mental y la sexualidad.
Angy Fernández es una de las artistas más polivalentes de nuestro país y, como muestra, solo es necesario observar cómo ha evolucionado su carrera musical y actoral desde que comenzó a trabajar, incluso antes de alcanzar la mayoría de edad.
La mallorquina ha lanzado Bonito desastre, su libro debut, y ha concedido una entrevista al programa Magas de El Español para comentar sobre este repaso a su vida, donde toca temas tan complejos como su relación con su madre, la salud mental y la sexualidad. “Es como un diario transformado en biografía, con momentos buenos y malos”, ha señalado a la periodista Clara Arrabal.
Sobre su madre, menciona que ha sido su “salvadora”, un pilar fundamental en su vida con quien mantiene “un lazo muy fuerte” y que siempre ha estado a su lado a lo largo de su carrera. “Me cuesta separarme”, ha comentado en relación a las exigencias de su agenda artística.
Por otro lado, Angy Fernández ha estado afirmándose como una de las artistas que ha hablado más abiertamente sobre salud mental, y este tema no podía pasar desapercibido en *Bonito desastre*. “Antes no se hablaba de salud mental y, si acudías a terapia, era algo negativo”.
Además, se muestra muy crítica con la percepción pública. “Me molesta que nos digan que somos la generación de cristal”, ha afirmado, argumentando su respuesta con el peso de la generación anterior. “Nuestros padres no han podido sanar porque no tuvieron las herramientas. Ahora nos toca a nosotros, pero lo complicado de esta generación es que cargamos con lo que nuestros padres no sanaron y todo lo de este mundo tan veloz. Es como una mezcla de ambos”.
Respecto a su relación con la sexualidad, la artista recuerda en su obra el momento en que perdió la virginidad, un instante que narra “como una niña que pierde algo muy valioso”. “No he querido tratarlo como si fuera un abuso, porque fui yo quien lo permitió, aunque realmente le dije varias veces que no quería continuar y me sentí un poco presionada. No deseaba perder la virginidad en ese momento”, ha explicado.
“Yo, por miedo a perderle, accedí a algo para lo que no estaba preparada. Les diría que, por favor, no hagan nada que no quieran hacer. Tenemos el derecho de decir que no, y ese no debe ser respetado. Que no es no”, ha reflexionado.
Escrito por Veronica Gómez
Angy Fernández Bonito desastre inaugural obra revela
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