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Las canciones de ‘Adolescencia’: la música que acompaña la serie más popular y su misterio que ha pasado inadvertido.

today25 de marzo de 2025 9

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Las canciones de ‘Adolescencia’: la música que acompaña la serie más popular y su misterio que ha pasado inadvertido.

De la exitosa serie Adolescencia se ha destacado la calidad técnica con la que se ha filmado, el desempeño actoral de sus protagonistas y el debate que ha suscitado: ¿qué está sucediendo con los jóvenes de hoy? Sin embargo, la música también juega un rol crucial a lo largo de los cuatro episodios, ofreciendo además un giro argumental en el personaje de Emilia Holiday, la actriz que interpreta a la víctima.

Adolescencia

Lucy Mangan tituló su reseña en The Guardian como “Lo más cercano a la perfección televisiva en décadas”. Thomas Sotinel, el crítico de cine de Le Monde, la describe como “La historia de una tragedia británica en cuatro tomas secuenciales virtuosas”. Y para Margaret Lyon, la crítica televisiva de The New York Times, el tercer episodio de Adolescencia es “una de las horas de televisión más fascinantes que he visto en mucho tiempo”.

Adolescencia es la serie del momento, aclamada por la crítica como una de las mejores producciones audiovisuales de los últimos tiempos, mientras que el público la señala como imprescindible y especialmente perturbadora, gracias a la técnica cinematográfica empleada, las destacadas interpretaciones y la crítica social que subyace en su trama.

Plano secuencia, un joven y prometedor protagonista y la sombría realidad de los adolescentes
El primer episodio comienza con la detención de Jamie, un adolescente de 14 años, acusado del presunto asesinato de una compañera de colegio. La policía irrumpe en el hogar familiar para arrestar al joven y buscar pruebas, ante la incredulidad y el temor de sus padres y su hermana. El traslado a la comisaría se lleva a cabo en la misma atmósfera de angustia y terror que se logra gracias a que los cuatro episodios están filmados en cuatro planos secuencia, es decir, sin cortes, todo de forma continua.

Porque el trabajo de los actores no sería tan impecable sin un buen guion, sin la historia que narra la miniserie y sin el enfoque que decide tomar: ¿qué están viviendo los adolescentes? Machismo, misoginia, violencia, redes sociales, bullying, ideología incel, masculinidad tóxica, la desconexión paterna…

“En ese momento, se habían producido una serie de agresiones con arma blanca en el Reino Unido. Estas cosas son algo habitual aquí, tristemente, pero en esos casos particulares, hablábamos de chicos adolescentes que apuñalaban y mataban a chicas de su misma edad. Los dos tenemos hijos —se refiere a Stephen Graham, creador de la serie, además de protagonista— y nos preguntábamos: ‘¿Cómo puede llegar a hacer esto un chaval?’. Creíamos que había un mensaje importante que transmitir. Habremos hecho bien nuestro trabajo si la serie logra generar alguna conversación”, comentó Philip Barantini, director de la serie.

Las canciones y el misterio de una voz
Ha sido Barantini quien ha revelado una curiosidad significativa sobre la música de la serie en una entrevista con la web de Netflix, Tudum. Aunque no haya sido un aspecto tan destacado por la crítica, la banda sonora, a cargo de Aaron May y David Ridley, juega un papel clave para crear ese ambiente de angustia y desconcierto.

Además de las 16 composiciones originales de May y Ridley, en los cuatro episodios suenan tres canciones que contribuyen a intensificar la emoción de esas escenas.

Fragile, de Sting.

Al final del segundo episodio, cuando el padre llega al lugar donde fue asesinada la chica para dejar un ramo de flores, suena Fragile, de Sting. Este icónico tema del músico británico aborda la vulnerabilidad y la fragilidad del ser humano.

“Para grabar esa versión coral del tema de Sting usamos al coro del mismo colegio donde rodamos la serie”, revelaba el director de la producción.

Take on Me, de A-ha.

En el último capítulo, durante la celebración del cumpleaños del padre, mientras la familia viaja en coche, la nostalgia envuelve el ambiente con el icónico tema de la banda noruega A-ha, Take on Me.

Eyes of a Child*, de Aurora.

 

Pero el plato fuerte de la banda sonora se reserva para la escena final de la miniserie, cuando Jamie le dice a su padre que se declarará culpable. En ese momento, cuando su padre se derrumba completamente, entra en la habitación de su hijo y se abraza a su osito, suena Eyes of a Child, de la cantante noruega Aurora, cuya letra dice: “Prefiero sentir este mundo a través de la piel de un niño”.

Lo llamativo de esta canción es que está interpretada por Emilia Holliday, la actriz que interpreta a Katie, la chica asesinada, a la que apenas se ve salvo en los vídeos. “Katie forma parte de toda la serie. Su presencia siempre está ahí”, comentaba Barantini sobre este personaje.

Según el director, cuando el equipo supo que la actriz podía cantar, decidieron que ella fuera quien interpretara la voz principal en esa escena final de la serie, pero también la voz que se escucha al final de Fragile, un detalle que pasó desapercibido hasta que él mismo lo reveló.

 

Escrito por Veronica Gómez

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