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La sorprendente vida de Kim Ung-Yong, el genio infantil que ingresó a la universidad a los 3 años y trabajó para la NASA con solo 8, pero eligió vivir lejos de los reflectores: “Echaba de menos a mi madre”

today20 de mayo de 2025

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La sorprendente vida de Kim Ung-Yong, el genio infantil que ingresó a la universidad a los 3 años y trabajó para la NASA con solo 8, pero eligió vivir lejos de los reflectores: “Echaba de menos a mi madre”

Kim Ung-Yong es conocido por ser uno de los niños superdotados más brillantes de la historia. Con apenas tres años, fue admitido en la universidad, y a los ocho ya colaboraba con la NASA en proyectos científicos. Sin embargo, a pesar de su extraordinaria inteligencia y del reconocimiento internacional que recibió desde muy pequeño, tomó una decisión que sorprendió al mundo: apartarse del éxito mediático y llevar una vida sencilla.

En sus propias palabras, lo que más anhelaba era algo simple pero esencial: la compañía de su madre. Su historia ha inspirado a millones, no solo por sus logros académicos, sino por su valentía al priorizar su bienestar emocional sobre la fama y el prestigio.

Kim ung-yong

Empezó a hablar con solo 6 meses y fue reconocido por el Guinness gracias a su coeficiente intelectual de 210, pero el joven surcoreano decidió tomar un rumbo distinto en su vida

Desde muy pequeño, Kim Ung-Yong demostró habilidades excepcionales: pronunció sus primeras palabras con apenas medio año de edad y alcanzó un IQ de 210, lo que le valió un lugar en el libro Guinness de los récords. No obstante, lejos de seguir el camino tradicional del éxito y la exposición pública, el joven talento de Corea del Sur optó por construir una vida diferente, lejos de los focos y las expectativas que otros habían proyectado sobre él.

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La inteligencia suele ser vista como sinónimo de éxito, pero ¿y si el verdadero triunfo es vivir en paz?

En muchas culturas, la sociedad tiende a venerar la inteligencia, asociándola directamente con el éxito profesional y el reconocimiento global. Las historias de niños genio, las listas con los coeficientes intelectuales más altos del mundo y los titulares sobre talentos excepcionales contribuyen a reforzar la idea de que quienes nacen con capacidades fuera de lo común están destinados a brillar públicamente.

Pero, ¿qué sucede cuando una persona con un don extraordinario decide alejarse de ese camino esperado? ¿Qué pasa si el mayor acto de sabiduría no es buscar fama ni aplausos, sino optar por una vida tranquila, lejos del foco mediático?

Kim Ung-Yong: el genio surcoreano que eligió una vida sencilla lejos del estrellato

Nacido en Corea del Sur en 1962, Kim Ung-Yong —actualmente con 63 años— es uno de los casos más emblemáticos de superdotación intelectual en el mundo. Su nombre figura en el libro de los Récords Guinness gracias a un coeficiente intelectual (CI) de 210, un número que lo situó desde temprana edad en el centro de la atención científica y mediática internacional. Sin embargo, su decisión de dejar atrás la fama y optar por una existencia más modesta transmite una poderosa reflexión sobre libertad personal, identidad y realización verdadera.

Un prodigio precoz que llegó a colaborar con la NASA

Desde muy pequeño, Kim evidenció habilidades intelectuales extraordinarias. A los seis meses ya se comunicaba verbalmente y, antes de cumplir los tres años, leía con fluidez en varios idiomas: coreano, japonés, alemán e inglés. Con apenas cuatro años resolvía complejas ecuaciones de cálculo integral y diferencial. Su brillantez académica lo llevó a ingresar a la Universidad de Hanyang cuando tenía tan solo tres años, un hito que reforzó su imagen como niño prodigio a nivel global.

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Una vida automatizada y el anhelo más profundo: volver a casa

En la misma entrevista, Kim Ung-Yong relató cómo era su rutina diaria mientras trabajaba en la NASA:
“En ese entonces, vivía como un robot: me levantaba, resolvía la ecuación asignada del día, comía y dormía. No comprendía realmente lo que hacía, me sentía solo y no tenía amistades.”
También reveló que lo que más deseaba en ese momento no era reconocimiento ni logros profesionales, sino algo mucho más humano:
“Extrañaba profundamente a mi mamá.”

Regreso a Corea del Sur y nuevo comienzo académico

Una vez de vuelta en su país natal, Kim Ung-Yong tuvo que enfrentarse a un inesperado obstáculo: sus estudios realizados en el extranjero no fueron homologados por las autoridades educativas locales. Como consecuencia, se vio obligado a reiniciar su formación desde los niveles más básicos.
Sin embargo, de acuerdo con The Korea Herald, logró completar el sistema educativo surcoreano en menos de un año, lo que le permitió retomar sus estudios universitarios sin grandes contratiempos.

La decisión de abandonar una prometedora carrera científica en el extranjero fue duramente cuestionada por la prensa y parte de la opinión pública, quienes lo consideraron un ejemplo de “talento desperdiciado”.
No obstante, Kim defendió con firmeza su elección: su bienestar emocional y la posibilidad de llevar una vida tranquila, rodeado de afectos reales, valían mucho más que cualquier prestigio profesional.

Nueva etapa como profesor universitario: una vocación hecha realidad

Con el paso del tiempo, Kim Ung-Yong logró cumplir uno de sus mayores anhelos: dedicarse a la docencia. Según reportó The Korea Herald, fue designado como profesor titular en la Universidad Shinhan, ubicada en la provincia de Gyeonggi. Antes de este nombramiento, ya había impartido clases en reconocidas instituciones como Yonsei, Sunkyunkwan y KAIST, tres de las universidades más destacadas de Corea del Sur.

Esta nueva fase de su vida representa una forma de plenitud personal, desde la cual aporta su conocimiento a la formación de futuras generaciones con un enfoque más humano, accesible y empático.
Aunque aún hay quienes consideran que renunció a una carrera científica prometedora, Kim siempre ha defendido su elección como un camino en busca de estabilidad emocional y coherencia con sus valores personales.

Una nueva definición de éxito

La historia de Kim Ung-Yong rompe con los esquemas tradicionales del éxito profesional y plantea una mirada alternativa basada en la realización interior. Su trayectoria demuestra que, incluso con una inteligencia fuera de lo común, la verdadera felicidad no reside en la fama o los reconocimientos, sino en vivir conforme a los propios principios, rodeado de relaciones auténticas y con un propósito claro.

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Una vida auténtica: la verdadera genialidad de Kim Ung-Yong

The Korea Herald ha seguido de cerca el camino de Kim, destacando su firme decisión de vivir bajo sus propias reglas. Su historia nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado del éxito y a valorar el equilibrio entre los logros profesionales y la salud emocional.
En su trayectoria se revela una enseñanza atemporal: el talento alcanza su máximo valor cuando se pone al servicio de un proyecto de vida genuino y coherente.

Tal vez esa haya sido siempre su mayor brillantez: comprender que no existe nada más excepcional que vivir con autenticidad.

@dateundat0El hombre que se cansó de ser un genio #curiosidades #datoscuriosos #curiosidadesvarias #datosquenosabias #DateUnDato♬ sonido original – Date Un Dato

Escrito por Veronica Gómez

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