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Un activista ambiental es atrapado por una anaconda en vivo mientras intenta proteger el Amazonas: “¡Mi rostro, necesito auxilio!”

today19 de mayo de 2025 1

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Un activista ambiental es atrapado por una anaconda en vivo mientras intenta proteger el Amazonas: “¡Mi rostro, necesito auxilio!”

El desafío ha recibido críticas por parte de diversas asociaciones protectoras de animales.

Activista

Paul Rosolie, un activista ambiental y conservacionista estadounidense, protagonizó una de las escenas más impactantes captadas en televisión para alertar sobre la deforestación y la tala indiscriminada en el Amazonas.

Durante la grabación del documental Eaten Alive (traducido como Comido Vivo al español), Paul Rosolie permitió que una anaconda verde de más de siete metros lo envolviera con la intención de ser parcialmente ingerido. Sin embargo, la experiencia fue interrumpida antes de lo planeado cuando, entre gritos de desesperación, el conservacionista pidió ser rescatado: “¡Esperen, empiezo a notar que me está tragando! ¡Chicos, mi rostro, necesito auxilio!”.

De show televisivo a causa ecológica

El documental fue transmitido por Discovery Channel y logró captar la atención de millones de espectadores en todo el mundo. Su propósito principal era generar conciencia sobre el impacto de la actividad humana en la selva amazónica —uno de los pulmones verdes del planeta— y sobre la pérdida del hábitat de numerosas especies, entre ellas la anaconda verde, considerada una de las serpientes más grandes del mundo.

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Para llevar a cabo el experimento, Paul Rosolie ideó un traje especial confeccionado con fibra de carbono, diseñado para protegerlo tanto de los afilados dientes como de los potentes ácidos gástricos de la anaconda. La indumentaria estaba equipada con un sistema de oxígeno para facilitar su respiración y contaba con un arnés de seguridad que permitía extraerlo rápidamente en caso de emergencia.

El traje también incorporaba cámaras, micrófonos y sensores para documentar cada momento desde el interior, y fue impregnado con sangre de cerdo para atraer a la serpiente.

Rosolie se recostó sobre el barro, inmóvil, mientras esperaba que el reptil se acercara con intención de devorarlo. Gracias a una cámara colocada en su casco, se captó en primer plano el instante en que las mandíbulas del animal comenzaron a abrirse para iniciar su proceso de alimentación.

La anaconda comenzó a enrollarse con fuerza alrededor del cuerpo del activista. “Concentró toda su presión en uno de mis brazos, hasta que empecé a notar que mi mano se quedaba sin circulación”, relató Rosolie. En ese momento, tomó la decisión de suspender la grabación. “No intentaba ingerirme, su intención era asfixiarme”, declaró más adelante.

@unitel.bo Este video fue objeto de controversia en redes sociales, inicialmente se identificó que fue filmado en Panamá, pero luego se señaló que fue grabado en Brasil. También se especuló con que se trata de una creación de inteligencia artificial, lo que ha provocado un debate en redes sociales. ¿Qué opinas? #Unitel#Anaconda#Brasil #TiktokInforma #Noticias #Alerta #NoticiaInternacional ♬ sonido original – Unitel Bolivia

 

Críticas, reacciones y repercusiones

El proyecto fue objeto de fuertes críticas por parte de organizaciones en defensa de los derechos de los animales, que lo calificaron como un “acto cruel”. Incluso, algunas asociaciones pusieron en duda si la serpiente fue sometida a un sufrimiento innecesario durante el experimento.

No obstante, tanto Paul Rosolie como el equipo de producción aseguraron que la anaconda no sufrió ningún daño. “Nuestra intención era recaudar fondos para su preservación y crear conciencia sobre la situación crítica de la selva amazónica”, explicaron.

Pese a las expectativas generadas, que prometían mostrar imágenes desde el interior del animal, el episodio únicamente captó el momento en que la serpiente se enroscaba alrededor del cuerpo del ecologista. Esto provocó decepción entre parte del público. En redes sociales, algunos espectadores reaccionaron con sarcasmo ante el desenlace. Aun así, Rosolie defendió su iniciativa: “No fue un espectáculo, sino un intento de concienciación”.

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Más allá del impacto mediático

Más allá del revuelo generado por el documental, Paul Rosolie continúa comprometido con la defensa del Amazonas a través de su organización sin fines de lucro, Junglekeepers. Esta fundación se dedica a la conservación de ecosistemas amenazados en la región de Madre de Dios, ubicada en el sureste del Perú.

 

 

Escrito por Veronica Gómez

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