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Rauw Alejandro ha suspendido su gira por Latinoamérica debido a “dificultades en la organización de los espectáculos”. Veronica Gómez
El filme explora los inicios de la trayectoria de Bob Dylan, moviéndose entre acontecimientos reales y elementos dramatizados. Una de las cuestiones más frecuentes tras ver la película es: ¿hasta qué punto refleja la realidad lo narrado por el director James Mangold en su obra? En este artículo, examinamos la veracidad de aspectos como la vida amorosa del artista, sus relaciones personales y su controvertida presentación en el Newport Folk Festival de 1965.
Las producciones cinematográficas que plasman la vida de grandes figuras suelen moverse entre la realidad y la ficción, y el biopic de Bob Dylan no es la excepción. A Complete Unknown (James Mangold, EE.UU., 2024), con Timothée Chalamet en el papel principal, relata los primeros años de la carrera del icónico músico en la década de 1960, desde su irrupción en Nueva York como una promesa del folk hasta su controvertida actuación con guitarra eléctrica en el Newport Folk Festival de 1965.
Para determinar qué aspectos son verídicos y cuáles han sido dramatizados, Variety entrevistó a tres especialistas en la vida de Dylan: Elijah Wald, autor del libro Dylan Goes Electric! (2015), en el que se basa la película; el escritor David Browne; e Ian Grant, coanfitrión de dos pódcast dedicados a la trayectoria del cantante. Basándonos en sus declaraciones, analizamos qué sucesos se apegan a la realidad y cuáles han sido ficcionalizados en A Complete Unknown.
En el filme, Dylan arriba a Nueva York decidido a lanzar su carrera, logrando abrirse camino en cuestión de horas. “Literalmente, en el primer edificio en el que entra en toda la ciudad, Dave Van Ronk se le acerca y comienza a conversar con él, y dos horas después ya está en Nueva Jersey conociendo a Woody Guthrie y Pete Seeger. Todo esto ocurre en unas seis horas desde su llegada a Nueva York. No pude evitar poner los ojos en blanco”, señala Grant con escepticismo.
Por otro lado, Browne lamenta la ausencia de figuras clave de ese periodo, como Phil Ochs, Tom Paxton, Len Chandler, Carolyn Hester o Terri Thal, el primer mánager de Dylan. “Evidentemente, no es posible incluir a todos en una película como esta, pero sin la presencia de más de estos personajes, se pierde la dimensión de lo disruptivo que fue Dylan en el Greenwich Village, y no solo a nivel nacional”, comenta el autor.
Bob Dylan mantuvo una relación sentimental con Suze Rotolo entre 1961 y 1963, periodo en el que ella lo acercó al activismo social. No obstante, en la película su nombre fue cambiado por Sylvie. Lo que sí se mantiene fiel a la realidad es que se conocieron en un concierto en la Riverside Church Folk.
“Suze está representada con exactitud como una artista y creativa, además de ser una persona que profundizó su interés en la política. También fue clave para expandir el amor de Dylan por la literatura y sirvió de enlace con la cultura del Village en general, algo que no se refleja lo suficiente en el filme”, señala Browne. “La forma en que ella empieza a cuestionar su enigmático pasado y los efectos de su creciente fama es bastante fiel a la realidad”.
Joan Báez y Bob Dylan se conocieron en 1961, cuando ella ya era considerada la “reina del folk”. Sin embargo, no es cierto que Dylan la insultara en un club folk durante su primer encuentro. Desde entonces, compartieron escenario en varias ocasiones, incluida su icónica presentación en el Newport Folk Festival de 1963. Este vínculo llevó a la prensa a especular sobre un posible romance entre ambos.
Durante el concierto de 1965 en el Philharmonic Hall, se muestra una discusión entre Bob Dylan y Joan Báez porque él se niega a interpretar sus antiguas canciones. Ian Grant destaca que “la dinámica de la relación entre Dylan y Joan es una de las mejores partes de esa actuación. Es una escena bien construida”.
Sin embargo, Rolling Stone desmiente que la pelea realmente ocurriera. Si bien es cierto que la gira tuvo lugar en un momento complicado de su relación y que Dylan no estaba interesado en cantar Blowin’ in the Wind en ese periodo, la supuesta disputa en el escenario es una invención de la película.
Según Variety, no hay evidencia de que Dylan, Báez y Rotolo hayan estado envueltos en un triángulo amoroso, al menos no como lo presenta la película. Además, el segundo encuentro entre Dylan y Báez en 1962, donde supuestamente hubo una infidelidad, es ficticio. “En realidad, Dylan estaba más interesado en la hermana menor de Báez, Mimi, cuando se reencontraron. Su romance con Joan Báez fue breve y no comenzó hasta mucho después”, asegura Rolling Stone.
Lo que sí es cierto es que Dylan y Báez mantuvieron una relación sentimental durante aproximadamente dos años, hasta 1965. De hecho, la propia Báez admitió en su documental Joan Baez: I Am a Noise (2023): “Bob Dylan me rompió el corazón, fue devastador”.
No, Suze Rotolo no asistió al Newport Folk Festival de 1965 porque su relación con Bob Dylan ya había terminado para entonces. “Me resultó extraño que en la película Bob y ‘Sylvie’ se reencontraran justo antes de Newport 1965 y que viajaran juntos en motocicleta”, comenta Browne. “En la realidad, Dylan y Rotolo ya no eran pareja. Esto parece más bien una invención de Hollywood para darle un cierre al conflicto”.
Además, la película muestra a Dylan cantando junto a Joan Báez en Newport 1965, cuando en realidad su famoso dueto de It Ain’t Me, Babe tuvo lugar un año antes, en Newport 1964.
El filme presenta la relación entre Dylan y Pete Seeger como una amistad clave dentro del debate entre el folk y el rock, pero en la realidad no eran tan cercanos. “Dramáticamente, funcionaba mejor si se mostraba como una amistad más personal de lo que fue en realidad. Pero creo que esto resultó muy bien”, señala Wald.
Tampoco es cierto que Dylan pasara su primera noche en Nueva York en casa de Seeger, un detalle añadido por la película.
Sí, Bob Dylan y Johnny Cash se escribían cartas y mantenían una amistad a distancia. “Las escenas en el avión donde intercambian cartas son, de hecho, citas literales de sus escritos”, explica Wald.
El salto de Dylan al sonido eléctrico en el Newport Folk Festival de 1965 generó gran controversia. Si bien es cierto que algunos de los 17.000 asistentes lo abuchearon, no es verdad que alguien le gritara “¡Judas!” en ese momento. Ese famoso episodio ocurrió un año después, durante un concierto en Mánchester en 1966.
En A Complete Unknown, las escenas que muestran el rechazo del público hacia Bob Dylan están “un poco exageradas”, según Browne.
Wald explica que la reacción del público fue variada: “Dependiendo de dónde estuvieras, seguro que había gente que abucheaba, otros que vitoreaban, algunos que escuchaban una mezcla de ambas reacciones y otros que simplemente estaban confundidos”. Añade que, aunque en el momento algunos asistentes se sintieron molestos por el cambio de Dylan al sonido eléctrico, muchos de ellos terminaron aceptando y apreciando su nueva dirección musical poco después.
Escrito por Veronica Gómez
Bob Dylan Complete Unknown la vida
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